lunes, 22 de noviembre de 2010

Esta vez nos fuimos al Pico del Lobo (2.274m).

Ya durante el viaje hasta la estación de “La Pinilla” se auguraba que la cosa iba a estar complicada. La niebla era muy densa y a penas dejaba ver a unos metros de distancia. Sin embargo en la propia estación no era para tanto.
Comenzamos a subir y poco a poco los pequeños rastros de nieve se convertían en un denso manto, que más adelante eran centímetros y que al final hundías la pierna por encima del tobillo. Según íbamos ganando altura la niebla se empezaba a cerrar, y en cuanto los árboles desaparecieron, el viento empezó a soplar con mucha fuerza y HELADO!!!!

A pesar de que la visibilidad era muy reducida decidimos continuar, y guiarnos a la vuelta por las huellas y las marcas que íbamos dejando en la nieve (piedras, ramas, cáscara de plátano) y es que la cosa se podía poner fea si perdíamos el rastro.

 
El Garmin marcaba casi 2.245 m de altitud, lo que significaba que estábamos al lado del hito que marca “El Pico del Lobo”. Pero en ese punto el avanzar era una temeridad. En cualquier momento nos podíamos desorientar (estamos hablando de unos novatos en estos temas) y el tam se podia poner serio. Así que decidimos darnos la vuelta y volver sobre nuestros pasos, que con todas las marcas que dejamos no fui difícil. Una pena, ya que el objetivo no se cumplió, pero echamos una mañana mu Güena.
  
Para completar la excursión, comimos a orillas del “Lozoya” en Buitrago, donde el 15 de Mayo se celebrará el EcoTrimad. Un triatlón doble Olímpico que tiene muy buena pinta y que es uno de los que voy a hacer como preparación para Frankfurt.

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