Etapa reina. Tan esperada y temida como la tercera. 110km con casi 3000m de ascensión. Volvemos a cambiar de campamento. Amanece con niebla meona, mucha humedad y frío.
Rutina matutina. Desayuno, rehacer la maleta, revisión y recogida de bici y al cajón a esperar el pistoletazo. Volvemos a la primera salida.
Los primeros kilómetros son por pistas con muchos repechos y un ritmo muy rápido. Empezamos en el pelotón de cabeza. Por momentos voy apocas unidades del actual campeón del mundo Nino Shurter. En breve se hace una primera selección y me quedo marcando ritmo del segundo grupo.
Todos tenemos en mente la ascensión fuerte del día, 5 kilómetros con una media del 10%. Desde el primer avituallamiento se avista la montaña. Se sube por una pista, en bastante buen estado, con unos desniveles importantes, pero que permite mantener un ritmo constante. La subida es un rosario de bikers. Desde arriba las vistas son espectaculares, llego destacado por lo me que me da tiempo hacer alguno foto.
Quedan casi 60km y muchos metros por subir. Kilómetros rompepiernas, hasta llegar a una segunda subida interminable. Mucho menos porcentaje que la primera, pero más larga, y por un camino, por decir algo, mezcla de piedras, roca, arena, maleza, zanjas... No te deja dar más de diez pealadas seguidas sin tener que sortear algún obstáculo. El sol pega de lo lindo y se hace eterno. A mitad de subida no sorprende un puesto de música clásica a todo volumen, no sabes si estás soñando, delirando o es realidad.
Una vez coronado el terreno es mas favorable, incluso con tramos de senderos divertidos.
El nuevo y último campamento está ubicado en otro valle entre montañas, e instalada sobre unos campos de rugby con una tupida alfombra de hierva. Una vez más espectacular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario